Redflexión

Hoy por hoy, la vida no tendría sentido sin las redes sociales (hablamos aquí de una sociedad occidental como es la nuestra) y es difícil concebir que puedan existir marcas que no dispongan de ellas, lo que, por otro lado, puede ser el factor diferenciador de una marca.

En cualquier caso, el mundo en el que vivimos nos ofrece multitud de oportunidades, retos, conocimientos y nuevos conceptos. También riesgos y crisis donde la comunicación es un factor muy relevante. La sociedad de la inmediatez que habitamos y cómo interactuamos entre nosotros ya no es presencial en su totalidad, sino cada vez más virtual. “Si a los adolescentes se les educa en valores en el mundo real, probablemente cometan menos errores en el mundo virtual” nos dice  Mª Mercedes Marcos Santos, estudiante del Máster en comunicación con fines sociales: estrategias y campañas.

Bien es cierto que la parte negativa de Internet la tenemos ya muy estudiada e investigada, pero hoy quisiéramos abrir una redflexión consistente en lo positivo que puede llegar a ser su uso en la crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y jóvenes.

Niños, preadolescentes y adolescentes utilizan Twitter, Facebook y, especialmente hoy, en este mundo visual, Instagram. Decimos esto porque hay centros juveniles en la provincia de Alicante que tienen una cuenta oficial registrada para asegurar que la información llega a todas las familias y a todos los destinatarios que forman parte del centro juvenil y así enterarse de los eventos que se organizan y demás.

Observando y analizando el entorno social en estos centros a través de Internet, concluimos que no solo se puede educar a los chavales de forma presencial, sino que podemos trasladarlo al mundo virtual y seguir educando mediante fotografías con anclajes referenciales textuales (que se diría en semiótica) que inciten a adoptar actitudes alejadas de drogas o alcohol y que inviten a reflexionar, pues se trata de ese período en el que los adolescentes atraviesan dificultades relacionadas con la forma de pensar. Y las redes sociales brindan una gran oportunidad.

Son muchas las stories de los usuarios registrados que muestran su vida nocturna y es que, hoy, más que nunca, estamos expuestos a la “vida pública” en el momento en que nos creamos una cuenta y son muchos los “redespectadores” que hay ahí, muchas veces menores que siguen el ejemplo de, en este caso que hablamos de centros juveniles, sus monitores. Todavía hay que aprender a hacer un buen uso de las TIC. Nuestra vida privada va transformándose en una que ya no es tan privada y en el entorno educativo, supone la adopción de actitudes, que pueden ser contraproducentes para todos, seamos monitores, profesores, alumnos o destinatarios. Pero en nuestras manos está redirigir determinadas actitudes. Y las redes sociales, debido a la gran repercusión que tienen suponen una oportunidad para tal fin y nosotros, que somos comunicadores, podemos planteárnoslo. De hecho, hay instituciones que proponen nuevas formas de afrontar este entorno virtual y social en la educación, en la comunicación y hasta en la administración y dirección de empresas. Es el caso de la Universidad de Valladolid que oferta el Máster en Comunicación con fines sociales: estrategias y campañas.

Para finalizar, os dejamos aquí un enlace interesante y divertido sobre el buen (o mal) uso de las redes sociales.

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